Enfrento por fin la posibilidad.
Es ahora. Siempre ha sido ahora.
Trincarme los zapatos y salir.
Se empina la piel de estos pies tan fríos, de pantillas de cordero y paja.
No hay escamas. Mis zapatos trépano apuntan. Amontonan destrezas, recelan quemaduras y nuevas venturas.
Avanzan.
Ya.
Es momento.
Escupen el camino,
el que sobra, el que salpica, el que enchastra.
Desechan, desplazan, pisan, profanan.
Un árbol molesta, ya no.
Avanzo.
Un caracol se repliega, no lo veo más.
Trepanan. Rompen.
Domino.
Un niño de granito se repliega, lo dejo elicoidal, filoso, frío.
Aplanan, fisuran, consumen, corroen, vencen, arrasan.
Avanzo.
¿Hacia dónde? ¿para qué?
Trepano.
jueves, junio 19, 2008
martes, junio 03, 2008
El pensamiento que enlaza
" He elegido múltiples orillas para desconocer el grito vital de mi palabra. Ya es tiempo de echarse a andar"
"Trote, trote, trote. Somos palabra elegida entre tropiezos. Memoria vital que desconoce orillas"
"Pueden las experiencias construir orillas propias, pero es la memoria la que nos impondrá su grito, la palabra fiel"
"Trote, trote, trote. Somos palabra elegida entre tropiezos. Memoria vital que desconoce orillas"
"Pueden las experiencias construir orillas propias, pero es la memoria la que nos impondrá su grito, la palabra fiel"
Aparición desértica
(Contrapunto al poema de Girondo Aparición Urbana)
¿se ha tragado la tierra
el brote, los poros, el rocío?
¿se ha hundido la briza,
la nube, el grillo?
Estaba entre las piedras,
rodeado de alpatacos,
rosáceo, lloroso, inquieto,
a los gritos,
arrojado al polvo seco,
ante lo por venir.
Las uñas cansadas
de hambre,
de brazos sin azúcar,
de viento que acuna y no pregunta.
Con sus deshechos a cuestas
con sus ojitos de furia,
todo, todo desnudo,
casi blanco de tan azul.
Ellos siempre hablan del cordero.
Yo se que era un niño.
¿se ha tragado la tierra
el brote, los poros, el rocío?
¿se ha hundido la briza,
la nube, el grillo?
Estaba entre las piedras,
rodeado de alpatacos,
rosáceo, lloroso, inquieto,
a los gritos,
arrojado al polvo seco,
ante lo por venir.
Las uñas cansadas
de hambre,
de brazos sin azúcar,
de viento que acuna y no pregunta.
Con sus deshechos a cuestas
con sus ojitos de furia,
todo, todo desnudo,
casi blanco de tan azul.
Ellos siempre hablan del cordero.
Yo se que era un niño.
Habitar la tierra entre dos orillas
Permanentemente estamos tanto habitando dos espacios y al mismo tiempo en dos actitudes, de esto resulta una tensión que por momentos pierde el equilibrio y resulta un momento creativo y por momentos en grandes agujeros de dudas e incertidumbres.
La búsqueda de un paso en un tiempo fluido es el equilibrio.
Dos orillas, dos lados, un camino que se hace y se transita en el devenir. No sólo atravezamos, construimos en cada paso que damos.
La intención de UTOPIA es marcar la cancha. Es decir si, es una utopía (y que?), algo que por su propia definición resulta imposible, pero también: estan las dos orillas, no queda otra que habitar, estar, ser, entre esas dos, estamos echados al ruedo. Nuestras aspiraciones, en este mundo globalizado y unicultural, son utopías. Habitemos, construyamos, miremos.Habitamos habitándonos, dando espacio a los otros a que habiten, danzando juntos, desplegando nuestras preguntas y el tanteo de nuestras respuestas
La búsqueda de un paso en un tiempo fluido es el equilibrio.
Dos orillas, dos lados, un camino que se hace y se transita en el devenir. No sólo atravezamos, construimos en cada paso que damos.
La intención de UTOPIA es marcar la cancha. Es decir si, es una utopía (y que?), algo que por su propia definición resulta imposible, pero también: estan las dos orillas, no queda otra que habitar, estar, ser, entre esas dos, estamos echados al ruedo. Nuestras aspiraciones, en este mundo globalizado y unicultural, son utopías. Habitemos, construyamos, miremos.Habitamos habitándonos, dando espacio a los otros a que habiten, danzando juntos, desplegando nuestras preguntas y el tanteo de nuestras respuestas
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