(Contrapunto al poema de Girondo Aparición Urbana)
¿se ha tragado la tierra
el brote, los poros, el rocío?
¿se ha hundido la briza,
la nube, el grillo?
Estaba entre las piedras,
rodeado de alpatacos,
rosáceo, lloroso, inquieto,
a los gritos,
arrojado al polvo seco,
ante lo por venir.
Las uñas cansadas
de hambre,
de brazos sin azúcar,
de viento que acuna y no pregunta.
Con sus deshechos a cuestas
con sus ojitos de furia,
todo, todo desnudo,
casi blanco de tan azul.
Ellos siempre hablan del cordero.
Yo se que era un niño.
martes, junio 03, 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario